Las mujeres qomle’ec utilizan la lana que esquilan de las ovejas criollas para crear tapices, alfombras, almohadones y obras que representan a los animales de su territorio convertidos en los guardianes de la casa.
Mediante cuatro enjuagues quitan la suciedad del vellón. Luego del lavado, lo secan al aire libre para aplicar los tintes naturales. Utilizan hojas, cortezas y frutos de los que obtienen una variedad de colores. Reflejo de una cultura viva, alegre y fuerte.
La lana se procesa en una rueca que logra hilos de excelente calidad para tejer las prendas.
Sobre el telar vertical sucede la magia. Allí aparecen los diseños de la cosmología indígena, representando de manera abstracta la flora y fauna de sus territorios.
MATRIARCA ha incorporado las ruecas, tanto a pedal como eléctricas, para mejorar la calidad del trabajo de las artesanas. Además, colabora con distintas instituciones para mejorar la cría de ovejas e incrementar la producción de lana.